En el primer post «Yo no necesito un Coach» mencioné el tema de las creencias y los juicios del que hablaré ahora en más profundidad tal y como anuncié.
¿Cuántas veces pensar de forma errónea nos ha llevado a situaciones indeseables?
Nuestra forma de pensar puede arruinarnos unos segundos, varios meses o toda la vida.
La creencias son conceptualizaciones, explicaciones que nos damos a nosotros mismos sobre como interpretamos las experiencias y el significado que les atribuimos. Estas las generamos y aprendemos desde pequeños, y las seguimos creando de mayores. Así vamos configurando nuestro modo de pensar y por consiguiente de actuar, un propio sistema de creencias.
Existen dos tipos de creencias; las limitantes, generalmente irracionales que llevan a la falta de motivación, desánimo y pereza, y las potenciadoras, que empoderan ayudando a materializar la realidad que quieres.
Veámoslo con ejemplos;
Creencias limitantes:
- Soy muy mayor para empezar
- Se necesita suerte para encontrar trabajo
- No tengo un título universitario
Creencias potenciadoras:
- Merezco ganar más dinero por mi trabajo
- Puedo conseguir lo que me proponga
- Puedo ser yo mismo y caer bien a los demás
Hay que tener especial cuidado con las generalizaciones como: NUNCA, SIEMPRE, TODO, NADA ya que solo refuerzan esas creencias limitantes hasta convertirlas en verdades absolutas para un@ mism@ y distorsionan la realidad.
Probablemente la mayoría te parezcan racionales ya que tu cerebro así las ha procesado mediante experiencias, justificaciones y repeticiones. Pero con una buena herramienta o dinámica puedes darte cuenta de que habitualmente son totalmente irracionales. Este proceso puede trabajarse en sesiones de coaching. Si te sientes identificad@ y tienes la voluntad de cambiarlo, date una oportunidad con el acompañamiento de un profesional.
Si quieres explorar más sobre creencias irracionales y como erradicarlas puedes leer a Albert Ellis, el creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Él elaboró una serie de creencias irracionales y las agrupó en 11 ideas irracionales básicas.
Puedes hacer el ejercicio de cambiar tus creencias de limitantes escogiendo una creencia potenciadora contraria a tu creencia limitante. Debe ser una afirmación clara y concisa. Hagámoslo con el ejemplo anterior «Se necesita suerte para encontrar trabajo». Lo podemos cambiar por «Puedo conseguirlo con esfuerzo». Para que surja efecto debes encontrar situaciones en tu vida que demuestren que esta nueva creencia tiene sentido.
Albert Einstein dijo «Si tu juzgas a un elefante por la capacidad de subir a un árbol estará traumatizado toda su vida»