Establecer acuerdos para mejorar las relaciones

 

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Con el Coaching aprendí la importancia de cocrear un acuerdo con el cliente para establecer desde el minuto 1 cómo queremos relacionarnos dentro y fuera de la sesión, qué cosas aporta cada un@, qué es o no apropiado en la relación…

Y con la práctica me he dado cuenta de que establecer acuerdos en los inicios de una relación evita malentendidos y conflictos a la vez que genera confianza, seguridad y flexibilidad, porqué siempre está vivo, abierto a nuevas aportaciones y/o modificaciones.

¿Y si lo aplicamos al entorno laboral?

Me detuve a pensar en cómo habrían sido mis relaciones laborales si hubiésemos establecido un acuerdo en lugar de un simple contrato. Cuando iniciamos una relación contractual con una empresa concretamos aspectos económicos, logísticos y operativos, pero no nos detenemos en lo más relevante y complejo, la relación.

Luego, si nos fijamos en la mayoría de problemáticas que tienen las organizaciones son de carácter relacional: no me entiendo con mi superior, con un compañero, cliente o equipo… Me imagino la de problemas y dinero que podrían ahorrarse las empresas que apostasen por crear un acuerdo en el que sentar las bases. Es algo que podría iniciarse desde la fase de selección durante las entrevistas, preguntándole al candidato qué espera del proceso y de la compañía, qué necesita para sentirse cómodo, que vía de comunicación prefiere y a la vez comunicarle lo que podemos aportarle de manera honesta, si vamos a darle feedback de la entrevista, si vamos a ser flexibles con los timmings, si estaremos disponibles…

Una de las cosas que valora un candidato antes de aceptar una oferta de trabajo es si la empresa es coherente con lo que dice que hace y en cómo lo hace. Conocer la cultura organizacional lleva tiempo pero con un primer contacto ya podemos hacer un test si los valores se desprenden desde que se entra por la puerta. Si no, son simples palabras bonitas pero poco honestas.

¿Y en el entorno educativo?

El acuerdo no solo puede aplicarse y resultar útil en el entorno laboral, también en el ámbito educativo. Imaginemos un primer día de clase con un profesor y compañeros nuevos. Qué tal si en lugar de poner normas el profesor preguntase abiertamente a los alumnos qué necesitan y qué quieren aportar? Les estaría invitando a ser partícipes y sentirse integrados, protagonistas. Este tema da para otro post para hablar de una nueva figura el docente-coach, que investigamos junto a mis compañeras Jorgelina Parodi y Anna Mir en la tesis del máster, así que no me voy a extender más por ahora. Espero dejaros con la intriga 🙂

¿Y en el personal?

Si llevamos el acuerdo al terreno de las relaciones personales con pareja, amigos o familia vemos que también aplica. Cuando iniciamos una relación sentimental con una persona habitualmente somos poco claros sobre nuestras expectativas e intenciones y nos frustramos más adelante y culpamos al otro o a nosotros mismos. ¿Te ha ocurrido que te enganches al misterio del inicio idealizando a quién estás conociendo y luego lleguen las sorpresas y los disgustos? Bien, el acuerdo te da otra opción.

Veamos en más detalle como podemos establecer el acuerdo , considerando las oportunidades y las reticencias para ver que tan factible es:

  • Un acuerdo es cosa de dos (mínimo). Puede ser un acuerdo de equipo.
  • Pedir permiso a la otra persona es importante para que lo perciba como una invitación y no una obligación.
  • Está vivo, se crea conjuntamente y se va alimentando a medida que avanza y cambia la relación.
  • Se construye desde la sinceridad empleando una comunicación directa y asertiva.
  • El acuerdo es el resultado de una parte del ser de cada uno de los integrantes.
  • Se debe honrar y respetar.

Las personas no estamos acostumbradas a pararnos a hacer este ejercicio, dejamos que las cosas sucedan, reflexionamos mucho en silencio o improvisamos. Por lo que es probable que cuando realices la propuesta la otra persona se extrañe, incluso se cierre y lo critique, pues rompe sus esquemas. Es necesaria una apertura para apartar los juicios y apostar por lo que vamos a construir.

Sigue estos 3 pasos

Lo primero, es que tú estés convencid@ para que puedas transmitir tu deseo y necesidad sin sentirte insegur@ o con miedo al rechazo.

Lo segundo, tener en cuenta el contexto/entorno. Si estamos en un entorno más informal el acuerdo puede ser un simple diálogo, una conversación distendida. Si estamos en un entorno formal, puede realizarse por escrito, como un anexo del contrato.

Lo tercero, comunicarte con tu interlocutor con claridad y firmeza, para hacerle entender porque es importante para ti establecer un acuerdo.

Puedo sentir lo que pasa en algunas de vuestras mentes: «¡pero me va a tomar por loc@!», «va a parecer raro», «no va a funcionar», «haré el ridículo»,»no sé como empezar».

El antídoto para todos esos juicios es sencillo, confianza en uno mismo y respeto por tus necesidades.

Si piensas en lo que puedes ganar y lo que te puedes ahorrar seguro que te compensa. Además, ¿qué es lo peor que puede ocurrir?

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1 comentario en “Establecer acuerdos para mejorar las relaciones”

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